Los crueles 80 (I): Moda

No, no voy a hablarles de política, ni de la crisis del petróleo que se arrastró en esa década, ni de Reagan, ni del SIDA. Esta entrada es más prosaica, quiero que discutamos sobre la estética y la moda. Ahora es fácil reírse del estilo reinante en los años 80 pero es injusto. Los 80 fueron una década difícil en el aspecto creativo. Veníamos de los 70 en los que la estética había sufrido un giro copernicano. Los 70 fueron la década del colorido, del flower power, de la liberación de la mujer, de la revolución sexual (aunque en España tardara algo más). En lo musical la eclosión también había resultado como una marea de dimensiones gigantescas.
Y de repente, surgen los 80. Parecía necesario otro golpe de timón, un cambio radical, y bien que lo hubo. Para empezar, los tonos suaves desaparecen y dejan paso al negro, a los grises y a la estridencia. Las chicas que en los 70 se maquillaban levemente o con tonos muy naturales, empiezan a embadurnar sus caras con todo tipo de colores llamativos. La sombra de ojos era protagonista, los mentones y pómulos se endurecieron. Los ángulos no eran feos. Cierta imagen andrógina se cultivaba. La indefinición, sobre todo en cuanto a la apariencia sexual, era rentable.
Teniendo esto en cuenta, podemos explicar lo de las grandes hombreras y los peinados extravagantes unisex. Las chicas se toman un respiro y no se depilan las cejas. El pelo rizado y también el pintado valen.
Hay un cierto aire neoclásico junto con un surgimiento de look pirata. Muchos chicos intentan emular el perfil griego. El barroquismo se hace patente porque nada es simple, todo es sofisticado. Las poses son estudiadas, el misterio se cultiva como parte de la sensualidad. Las actrices de cine negro americano son un modelo a imitar. ¡Ah! y las Ray Ban de pasta negras.
Visto hoy, puede provocar sonrojo, pero la verdad es que los 80 no fueron planos y faltos de imaginación en lo que a la estética se refiere. Si algo caracteriza lo que llevamos de siglo XXI es que absolutamente todo lo referido a forma de vestir está copiado de otras décadas. Los diseñadores de los 80 intentaron innovar. Con gusto o sin él, pero lo consiguieron.