lunes

Cambiar de vida.


Muchas veces he pensado en lo que sería cambiar de ciudad por causa de un trabajo. No me refiero a viajar varios kilómetros todos los días. Hablo de tener que cambiar de país. Con todo lo que ello envuelve. Cambia de comidas, de costumbres, de clima, de vecinos, de casa...Todo un señor cambio. Aprender otro idioma. Imagínate que tienes que desplazarte a Alemania. Yo tendría que rechazar dicho trabajo por desconocimiento del idioma. Aunque, ahora que lo pienso, muchos partieron hacia allí en los sesenta y no tenían ni idea de hablar en alemán.
¿Estaría yo dispuesta a ir a otro país a trabajar? ¿Trasladar a mi familia conmigo? ¿Cambiar la vida de todos ellos y de los que se quedan? No.
Si el trabajo fuera el estar disponible para viajar en cualquier momento me pasaría lo mismo. Creo que pocas personas estarían dispuestas o capacitadas para hacerlo. Móntate en un avión cada dos por tres. No.
Y es que es tan difícil cuando ya tienes montado tu hogar aquí. Tu familia, tus amigos, tu casa, tu gastronomía, tu todo...No podría irme. Y no sé qué ocurriría si mi pareja me viniera un día diciendo que le han ofrecido un trabajo en otro país.
Foto del Flickr. Autor: Silvia de Luque.

15 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

A partir de los cuarenta, si uno está establecido, con trabajo, no está ya para cambios. Yo no podría renunciar ya a lo que tengo: mi radio, mis cosas, etc... si me fuera a otro sitio tendría que dejarlo.
Ahora podía yo haber promocionado laboralmente, pero trabajar para el estado tiene esas, que podría tocarme un lugar como Granada o Almería. ¿Me merece la pena por treinta mil pesetas más? Pues no.
Pero si no tienes trabajo, entonces te da igual. Te vas a donde haga falta.
Lo malo en la pareja es cuando uno tiene trabajo y el otro no, o bien, cuando trasladan a uno sólo y el otro tiene que renunciar para seguir viviendo juntos.
Conozco a una pareja de compañeros que al sacar la plaza de funcionario, ella fue a Huelva y él a Almería. Tenían que pasar dos años forzosos para un concurso de traslado.
Uno de ellos tuvo que renunciar.¿Adivináis quién fue?
Ella, claro, la que siempre tiene el coche pequeño con respecto al marido ( y con esto le lanzo a Agata un nuevo tema de post: el tamaño de los coches de los hombres comparado con el nivel de testosterona, y el por qué las mujeres suelen tener coches más pequeños que sus maridos :-P)

NuNú dijo...

Piénsalo, si lo tuvieras que hacer por una necesidad, seguro que lo harías. Si ese cambio significase si tus hijos comen o no comen mañana seguro que todo lo demás te importaría pero no tanto...
A mí me encantan los viajes pero cada vez siento también más el apego a mi hogar, a mis amigos y todo lo demás... Es decir que estoy contigo en que por capricho seguramente no lo haría...

Besossssssssssssssss

CriS dijo...

Dificil elección Agata. No se muy bien que decir... Es que eso, sin verme en situación, no soy capaz de decir tan claro como tu lo que haría o no. Yo creo que si mi trabajo no me importara demasiado y el de él fuera un importante oportunidad, su sueño... iría con él.... Pero si mi trabajo fuera mi sueño... no se si renunciaria a depender de él para todo y en otro país... aunque quizá sería una buena oportunidad para mi también ese cambio... Pero si su traslado fuera algo temporal lo mismo no me iba y esperaba a su vuelta...
Puf... es que pueden ser tantos casos... Lo que si es que soy bastante independiente en muchas cosas, no tengo los apegos normales a familia, amigos, gastronomia... no se lo que echaría de menos... lo mismo sólo mi casa... je je... ni idea, de verdad...

BK dijo...

Pues habría que valorar los pros y los contras, pero yo creo que no me iría y menos si tengo hijos.

Hace años, cuando empecé a trabajar, me habría ido a cualquier sitio. Hoy en dia, hay demasiadas cosas que no dejaría aquí.

interpreta-sones dijo...

uhmm... de cuánta pasta más al mes estamos hablando? (yaa, hay cosas que el dinero no puede comprar)

Unknown dijo...

Jo, yo, si me saliese un currazo estilo "primera figura de Marvel comics o DC", me iba donde fuese con los ojos cerrados... y con mi mujer y mi gata. Si no... buf... trabajo para vivir, no vivo para trabajar.

Chasky dijo...

Yo seguramente tampoco me iría, además es que soy un cagado para estas cosas aunque hasta que no se presenta esa situación no sabes muy bien lo que harías, supongo que dependería de las circunstancias.

caracol dijo...

Pues mira, yo he trabajado fuera de mi país en dos ocasiones y en varias ciudades del país también...
cuando estás sólo creo que es más fácil.
Pero cansa... y depende mucho del lugar a donde te vas, hay lugares en los que no puedes adaptarte... como me pasa ahora, y por menos dinero, me podría ir pero YA a otro lado...
A la mera hora, es mejor estar donde se está bien y tratar de tener todo en equilibrio lo más que se pueda... sino, nunca se es felíz.

Anónimo dijo...

cuando quieras, cafelito de por medio y hablamos del tema....;) besotes

chimeneaverde dijo...

Gente cercana a mi se han marchado: a China, a Polonia. Yo ni siquiera consideré el pedirme una beca Erasmus. No me apetece naaada salir de la Península, pero no sé qué haré si tengo que elegir.

Unknown dijo...

Yo casi diría al 100% que no me iría de mi tierra! Yo no tengo ni hijos,ni casa propia, ni pareja que me "retenga" en Sevilla.Si embargo, me "retienen" mi familia, mis amigos, el clima, la luz y el olor de mi ciudad, las tapitas, las juergas, mi feria y mi semana santa... y así podría seguir un siglo... Mucho dinero (millones) tendría que ganar en ese trabajo para yo renunciar a la filosofía de vida de mi tierra...

Si no tuviera otra elección (pero ninguna otra elección de verdad)supongo que,con todo el dolor de mi corazón, me iría. Pero creo que tendría una morriña increible porque PARA MI, como en el Sur... NAAAAAAÁ!!!

Espero que nunca te tengas que ver en esa situción.

Un besote.Angie.

Agatha Blue* dijo...

Hace un tiempo, no tenía remilgos a la hora de hacer maletas y danzar de un lado a otro como si me trasladara de habitación.

Pero el tiempo te vuelve comodona y la "morriña" te adueña. Te vuelves mimosa y da coraje dejar a los tuyos por mi sabrosa que sea la experiencia.

Muchas veces, cuando veo a los emigrantes que han llegado a España, se me para el corazón pensando lo doloroso que tiene que ser estar tan lejos de tu familia, amigos y de tu barrio.

Abrazos,

Agatha Blue*

Denise dijo...

Uy, Agata, yo creo que es porque no tienes nada que te tiente a cambiar de lugar. Supongo que eso es la satisfacción personal. Yo creía que estaba muy tranquila y mirame del otro lado del mundo. Claro que me vine aquí sin pareja, sin hijos, ni gatos que alimentar y eso da mucha libertad, pero el motivo por el que me quedé es porque había una personita aquí que por nada del mundo quería dejar ir. Supongo que un cambio justificado, seguro, excitante, a lo mejor sí te tiraría un poquito.

Marinero dijo...

Pues por supuesto que diría que no en tu caso teniendo hijos, a mi me movieron por asunto de trabajo desde pequeño y la experiencia de tener que despedirse de los amigos, de las ciudades incluso en un mismo país son fuertes.

Besos enormes para ti.

Anónimo dijo...

Es realmente duro. Yo lo hice, nací y crecí en Caracas, Venezuela y hace dos años y medio me mudé a Galicia, afortunadamente acompañada de mi pareja. Fue una decisión dificil, pero si íbamos a empezar nuestra andadura juntos en algún lugar mejor sería hacerlo en un lugar donde hubiera estabilidad.

Hace muchos años fueron mis padres y los suyos los que se fueron a Venezuela buscando un futuro mejor para ellos y los que seríamos sus hijos, seguro que fue más duro para ellos que para nosotros (las nuevas tecnologías acortan mucho las distancias, el contacto es más fácil de mantener) pero salieron adelante y ahora espero que nosotros sigamos el mismo camino.

Hay muchos días que me despierto y me gustaría estar en mi tierra con mis amigos, pero la verdad es que tras dos años he hecho buenos amigos aqui y cada día me gusta más vivir donde vivo (siempre me gustó). Siempre se extrañan cosas, pero no me puedo quejar, afortunadamente las cosas marchan bien, con dificultades como todo pero bien.

Es posible que tenga que trasladarme a Madrid y la verdad es que me resulta algo dificil por el hecho de pensar que es volver a empezar en otro lugar y volver a dejar atrás amigos, acostumbrarse de nuevo a muchas cosas y es muy dificil.

Pero así es la vida, si se quiere algo hay que luchar por ello y sobrepasar las dificultades, yo no me arrepiento del cambio y si tuviera que volver a hacerlo lo haría aunque sea dificil.

Bueno... mejor dejo el cuento que me alargo...

Un abrazo.
Maryjoe.