Me llevo todo el año pensando en estos días de vacaciones en los que por fin uno va a desconectar, se va a sentir liberado de todas las pequeñas esclavitudes del día a día, aprovechará para leer todo lo pendiente, en fin, lo que todos sabéis.
Pero no puede ser, hay una vocecita que me lo impide, alguien interior que no para de recordarme tareas domésticas pendientes: pintar el salón, esa luz que falla, tapizar ese sofá que lo va necesitando.¡Ah! mis plantas llevan esperando una buena revisión, un desconchón en la bañera. Pienso, es necesario una lista para que no se me olvide todo lo que tengo que hacer. La lista tiene ya más de veinte cosas y sigue creciendo.
En fin que ya echo de menos el trabajo, ahí no me estreso tanto. Espero que no os pase lo mismo.
3 comentarios:
Doy fe ante notario
Y yo también doy fe. El año pasado me obligaron, porque fue obligado, a pintar el piso. Como para decir que no. Prefiero trabajar en lo mio XD
Yo en vacaciones intento desconectar desde el primer día hasta el último y excepto el último, el resto de días me olvido de todas las obligaciones.
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