viernes
¿Otra vez?
Reconozco que me da tirria cada vez que escucho de ellos últimamente. Aunque no sean los culpables. Antes no me pasaba.
Cuando él le dio el beso a ella chillé de la sorpresa. Me encantó que con eso le cerrara la boca a los que habían dicho que ella le había despistado al principio.
Lo que no soporto es que no los dejen en paz con lo que eso conlleva: que a mí tampoco. Porque los veo por todas partes. Voy a tomarme el te y los veo dentro de la bolsita. Voy a maquillarme y los veo en la barra de labios...
No sé...creo que tengo Ikercarboneritis aguda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
jjaja chillaste de sopresa, yo también me quedé con la boca abierta, es que no tenía yo ni idea que los partidos de fútbol terminaban con un beso jajaja, a partir de ahora me aficionaré a la liga :-P
La liga de fútbol, la de ponerse no,
bueno, yo me entiendo jj :-P
Je, je je. Uy... je je je.
Encima en el avión iban juntos, lo que conlleva el roce :))
Publicar un comentario