martes

El padrino

La vida no había sido dura para ella, pero le costó más que a los demás tener lo que ya tenía. Lo que perdió, a su padre a una edad muy difícil, lo recuperó en la figura de su padrino.
Fue el que la apadrinó en su bautismo y el que hizo lo mismo en su boda ante la falta de su padre. Geográficamente estaban lejos pero en emociones y vivencias estaban cerca.
La vida es así de cruel. Te toca vivir la muerte de la misma figura protectora por dos veces.
Y fue así como un día cualquiera su padrino murió. Dejando en ella una recopilación de sentimientos que ya tuvo hace más de 20 años.
Ay, la vida.
Qué puñetera es.
(Ya que estás ahí, dale un beso de mi parte. Ahora podréis jugar a las canicas juntos)




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