martes

Sobre los probadores


Estoy seguro de que todos os habéis visto en esta situación. Vas a comprarte unos pantalones, camisa, chaquetón o lo que sea y quieres probártelo tranquilamente para ver si la prenda se adapta a tu cuerpo (cosa cada vez más difícil). Confías en la privacidad del lugar, en que podrás desvestirte sin ser visto por otros, en que podrás observar tu cuerpo embuchado en el pantalón y reírte creyendo que esa talla era la tuya. Pero no, no puede ser. Tienes que estar pendiente de la dichosa cortinita que no se cierra totalmente, que deja aberturas por los laterales estratégicamente diseñadas para que los mirones, que los hay a patadas en los pasillos de los probadores disimulando ser acompañantes de otros que se están probando, puedan satisfacer su curiosidad libidinosa. Así que intentar ver si una camisa te está bien supone tener que usar brazos en cantidad de tentáculos de pulpo para que a la vez que intentas quitarte la camisa, y colgar la otra en un perchero inexistente (al suelo con ella), no se abra la cortina por el otro lado porque gracias al recorte de presupuesto, mide lo imprescindible.
Yo, ya me he cansado, y tengo bastantes pantalones más grandes de lo que debieran porque me los he llevado sin probar. Ya sé que podría devolverlos, pero ese es motivo de otra entrada denominada "cómo enfrentarse a las devoluciones de las rebajas".

La foto es de Pulguita (Flickr)

15 comentarios:

Agata dijo...

Yo por eso me llevo a alguien...

Anónimo dijo...

ohhh benditos probadores!!!! o malditos!!!! yo me meto en el discapacitados, porque es amplio y tiene todas las comodidades, o sino, como tu, a ojo, sin probarme nada, que ma va bien? perfecto...que me queda chico??? un par de meses a dieta y ya esta!!! jejeje
besos

Miss Julie dijo...

Yo no me prueba nada, suelo ir a tiendas en las que sé que si no me gusta me devuelven el dinero. NO soporto probarme en esas circunstancias y con esos espejos y esa luz... ¡Qué depresión!

marisa dijo...

vaya asco el tema de los probadores de cortinita.. dígase Mango, que creyó encontrar la solución poniendo rígida la última tabla de la cortinita.. fallido... Zara puso por fin puerta, pero es hasta el suelo, entonces la gente nu sabe si ta ocupao o no y te la abre del tirón,, H&M, mucho mejor, puerta y abierto por abajo para detectar si está ocupado o no, además amplios y con perchero interior... Berska, caben las niñasque caben en sus pantalones de talla máxima 34.. un horrorrrr

Anónimo dijo...

:))))
jo que bueno
es cierto, pero eso pasa en los centros grandes, yo ultimamente ando recuperando tiendas pequeñas, sí, la dependienta a veces (si no es una pelma) te guía, y al menos no se asoma, dice desde fuera ¿te queda bien? ¿quieres otra talla?
No suelo tener problemas de tallas, tengo una estatura/talla muy común, pero muchas veces también me lo llevo sin probar, aunque suele ser de marcas o sitios en los que ya lehe pillado el tallaje, porque anda que no hay diferencias en eso.
abrazos.

siloam

Miguelo dijo...

pues si que me ha pasado... la semana pasada sin ir mas lejos... que rabia da

Alfonso Saborido dijo...

Uf, yo es que odio probarme cosas, no como a M. que se probaría hasta yo que se. No me he percatado nunca de la presencia de mirones, la verdad, seré muy torpe para eso, pero el otro día me pregunté una cosa, y referente a los probadores del Carrefour, están descubiertos por arriba: ¿qué pasa con las cámaras?

Agata dijo...

En los del Zara,en el cristal,han puesto unas pegatinas del 016...Y es que a lo mejor,ese es el único lugar donde pueden estar alejadas de sus torturadores.

Chasky dijo...

Y además muchas veces pasas de probarte la ropa porque hay unas colas importantes en los probadores.

George Amorim dijo...

Yo intento probrame siempre la ropa, porque a ojo soy un desastre.
Eso si, como tu, intento vestirme y cerrar las cortinitas de los c...

Besitos

NuNú dijo...

Jijijijijijijijiji, hombre pulpo jijijijijijijijiji yo pensaba que eso era más de Galicia jijijijijij

Verónica dijo...

Lo peor es entrar a unos probadores que huelen a sudor o a pies, claramente. Ocurre sobre todo en rebajas. Yo he desistido. Si no me sirve, luego lo cambio, las veces que haga falta, que para eso tienes el derecho a cambio o a devolución si quieres.
Mi peor caso fue en una tienda de ropa interior: me estaba probando un sujetador y la dependienta me abrió la cortina para preguntarme si me quedaba bien... perdona, puedes cerrar la cortina, estoy casi en bolas!...no se si es que la chavala pretendía que hiciese un pase de modelos...todavía no me lo explico.

Anónimo dijo...

Y si no, cuando intentas desvestirte y después vestirte en un lugar con menos espacio que una cabina telefónica. El cuerpo hace virguerías propias de un contorsionista de circo, mientras te acuerdas de toda la familia del que diseñó el probador. ¿Es verdad o no?

Un saludito desde Valencia.

Anónimo dijo...

Yo me llevo mi tienda Quechua siempre conmigo. La lanzo en la tienda, y me pruebo dentro. Luego, la ropa me sienta como un guante.

Anónimo dijo...

Alfonso, yo también me fijé en eso que dices del techo. Y los pies, ¿no se os quedan helados? ¿Por qué no ponen unas alfombritas monas??