miércoles

Donante


No me quiero morir aún. Me siento viva. Soy joven. Feliz. Tengo dos hijos como dos soles y una pareja divina. Pero si mañana me muero quiero que mis órganos sean donados.
Desde siempre he querido serlo. Recuerdo que el primero que me habló del tema fue mi padre. Qué lindo. Me decía que él quería donar sus órganos. Yo me ponía nerviosa de escucharlo. Eso significaba que estaría muerto y yo no quería eso...Cuando me veía así de triste el me decía: "Hija. Imagínate que me muero y que alguien, al cabo del tiempo, se acerca a ti y te dice: Mira estos ojos. ¿Te recuerdan a alguien? Pues tu padre fue el culpable de que yo volviera a ver." Entonces, algo, no se qué, me reconfortaría por su muerte. Me imaginé que varias personas podrían ser "salvadas" de vivir en condiciones infrahumanas. De vivir sin vista. Sin tener que estar dializadas durante toda su vida. Sin tener que estar medicadas. Siendo capaces de tener hijos. De ser personas normales. Como lo somos tú y yo. Como quiero que lo sean mis hijos y los hijos de mis hijos....
Así que yo, Agata, soy donante de órganos. Me saqué un carnet hace muchos años. Quiero que cuando yo muera mi muerte sea "fructífera"...
Tuve un primo que hace unos tres años tuvo un accidente estúpido con un quad. Estuvo en coma varios días. No llevaba casco. Cuando murió, con sólo 35 años, su esposa y madre, donaron todos sus órganos. Me sentí triste pero orgullosa. Su pequeña hijita seguro que estaría orgullosa de tan enorme desprendimiento...Porque cuando uno muere y lo entierran, de nada le sirve lo que "lleva puesto". Siempre que esté en buenas condiciones.
Con mi padre no pudimos hacerlo. Murió en un quirófano mientras lo operaban por segunda vez de su cáncer. Murió dormido, anestesiado, pero con una infección de caballo... Así, que le debo mi carnet de donante. Espero que muchos de vosotros opine como yo. Alfonso, recuerdo que el primer comentario que hice en un blog fue en el tuyo.Hablabas de una alumna que murió en el Instituto Coloma...No recibió a tiempo una donación...Yo ya te hablé de mi primo...Pero lo hice con otro nombre.
Foto del Flickr. Autor: El asterisco-rojo.

6 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

Verdad qué de tiempo, me refería a Paqui, una chiquilla de 18 años de Estella, que necesitaba un corazón, pero no le llegó a la pobre.
Yo también me saqué el carnet de donante entonces, que de todas formas no sirve para nada.
Ya puedes tú haber dicho en vida lo que sea, que si te pasa algo y tu familia dice que no, es que no, y aunque se discuta, ya se pierde un tiempo precioso.

Agata dijo...

No creo que mi familia diga que no.Estoy segura.

marisa dijo...

lo tengo! un beso donado!

Chasky dijo...

Yo estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas, los órganos una vez muerto no te sirven ya para nada, así que si con ellos puedes ayudar a otras personas no hay mucho más que pensar, al menos según mi opinión.

rakel dijo...

Desde luego soy de la misma opinión, donar e incinerarme. Para qué quiero mis órganos si estoy muerta. Yo también soy donante desde los 14 años, ya mi madre me hizo entonces y yo lo ratifiqué después, al alcanzar la mayoría. ¿No está el testamento vital para evitar lo que comentas Alfonso?

Unknown dijo...

yo no tengo el carnet, pero se lo tengo dicho a mi familia desde siempre, que si es posible, que se donen mis órganos, que yo nos los quiero pa ná cuando haya muerto.

Todo el que no esté de acuerdo con la donación debería ponerse en la piel de alquien que necesita un transplante y preguntarse... ¿ y si fuera yo el que necesitara un pulmón, un corazón o un riñon...? seguro que en ese caso estaría a favor de la donación de órganos...

Besos. Angie.